jueves, 22 de septiembre de 2011

UN AÑO MÁS


Un año más se ha cerrado la campaña de verano y como cada año, los peregrinos han ido llegando a Santiago con su esfuerzo, su cansancio y sobre todo con su alegría.
Este año, los peregrinos que han estado con nosotros, han cubierto todos los tramos de edad, desde los seis años a los setenta y dos, y  todas las condiciones, desde mujeres y hombres solos, a grupos de amigos o familias enteras, se han lanzado a vivir esta maravillosa experiencia de vida que es el Camino de Santiago.
Como cada año, como en cada ruta, los peregrinos nos han ido enseñando y renovando el espíritu que mueve el Camino.
Los hemos visto caminar a pesar de las dificultades que a veces representa su estado físico: antiguas hernias de disco, hipotiroidismo, sobrepeso, antiguas fracturas, artrosis y por supuesto, el sedentarismo de la vida cotidiana; y los hemos visto avanzar a pesar de los dolores y molestias que el Camino les ha ido generando en cada etapa.
Pero sobre todo, les hemos visto caminar, poniendo el corazón y la voluntad en cada paso que han ido dando, les hemos visto avanzar pese al cansancio, pese al dolor o las molestias, venciendo cada obstáculo, para cumplir la promesa en algún momento realizada, para cumplir el sueño de realizar el Camino, supliendo con ilusión y ánimo la fuerza que en las piernas en algún momento les faltaba.
Hemos ido viendo, como grupos de desconocidos se integraban formando una pequeña familia, como se han apoyado para conseguir llegar al final, como han sido capaces de mirar y preocuparse más de quien tenían a su lado, que al frente y al final de la etapa, como han ido avanzando paso a paso y, sobre todo, como El Camino ha entrado en ellos.
Los hemos visto seguir, cuando los dolores y el cansancio hacían mella en ellos, como caminaban con sus pies magullados y con medias para paliar el dolor, pero siempre caminando con una sonrisa y una alegría que les surgía del corazón.
Y, les hemos visto llegar a Santiago y hemos compartido con ellos la profunda emoción que embarga al peregrino cuando se encuentra frente a la Catedral, cuando las lágrimas y los abrazos son más expresivas que cualquier palabra.
Son ellos, los peregrinos que durante más de mil años llevan haciendo El Camino, los que han sembrado esta ruta de algo mágico, que no se puede ver ni tocar, pero que es fácil sentir, los que nos alientan, los que nos enseñan, los que nos renuevan el espíritu, los que nos mueven  a continuar nuestro trabajo y a todos ellos, les queremos reiterar, nuestro profundo agradecimiento.
Ahora que entramos en otra etapa, la que cubre el otoño y el invierno, cuando el Camino se vuelve más íntimo y tranquilo, su presencia, su ánimo, su alegría, siempre estarán con nosotros y los nuevos peregrinos sentirán la magia que han ido depositando los anteriores en la tierra, en cada una de las piedras que forman el Camino.
Gracias a todos por dejarnos participar de esta experiencia.
Viajes Gutzu

lunes, 19 de septiembre de 2011

De Roncesvalles a Zubiri

El Pirineo
Hoy la etapa nos lleva de Roncesvalles a Zubiri y en la misma dos subidas, el alto de Merkiritz y el alto de Erro y al final de la etapa el descenso que me llevará a Zubiri.
Después de haber dormido en el albergue de Roncesvalles y de haber podido pegar ojo con tanto ruido (tapones, me hacen falta unos buenos tapones para los oídos), el día se presenta estupendo.
El grupo se ha ido incrementando con nuevos integrantes que arrancan en Roncesvalles, una mujer francesa y un hombre chileno se han incorporado al grupo.
Todos han salido a la carrera (y esto se puede acabar convirtiendo en un rito) y yo me quedo el último. O no desayunan, o se levantan muy pronto o tienen muchísima prisa, pero cuanto yo arranco todos llevan ya tiempo caminando.
Los primeros kilómetros desde Roncesvalles son un paseo. El Camino avanza por “el Bosque de la Brujería” con unos paisajes magníficos.
Bosque de la Brujería
Bueno, por supuesto estoy haciendo todo lo que hace un peregrino que comienza el Camino. Sellar mi credencial en todas partes (y a este paso voy a llenar la credencial en tres días) y sacar fotografías de cada punto del Camino.
Bien, llegado al pueblo de Espinel, después de haber pasado el precioso pueblo de Burguete, la cosa se empieza a complicar. El dolor en los hombros por el peso de la mochila se hace notar y yo voy tirando de todas las tiras de la mochila, ajustándola, moviéndola y haciendo todo lo que se me ocurre en un intento de cambiar lo imposible. El problema es que el mal no está en la mochila, si no en lo que contiene. Si la tierra fuera blanda me estaría hundiendo en ella como si fueran arenas movedizas. ¡Todo, me sobra todo¡
Hace bastante fresco pero yo estoy chorreando de sudor y me quedan kilómetros para llegar a Zubiri.
Burguete
El problema no es solo mío. Por lo que veo, y a pesar de haber salido más tarde, mis compañeros peregrinos están en la misma situación que yo, o peor, porque poco a poco voy cogiéndoles a todos. No llevan un ritmo lento ni pausado. No, se van arrastrando literalmente por el Camino. Normal, si es que estamos llevando todo lo que teníamos en casa en la espalda.
Por fin he llegado a Zubiri, además soy el primero del grupo en llegar y, sorpresa, el albergue está cerrado y no hay otro. El albergue abierto más próximo está a unos cinco kilómetros. Ni hablar. Hoy hostal, hotel, fonda o lo que sea pero yo no doy un paso más.
Zubiri
Pues eso, que hoy duermo en un hostal. ¡Qué maravilla¡ Una cama, sábanas, habitación para mi, baño.  Me instalo. Al rato van llegando el resto de los peregrinos. Lo mismo que yo, primero al albergue que encuentran cerrado y luego, todos al hostal. Aquí no da un paso más nadie. En cuanto a las habitaciones, se van acomodando en grupos en las mismas. Vamos, que el tema del albergue está bien, por lo menos intelectualmente, pero la realidad es que vamos  de albergue por un tema económico pero si pudiéramos ir de hoteles u hostales, no lo dudaba nadie.  Y es que dormir en albergue tiene su encanto, compartir la misma sala con un montón de personas puede ser magnífico, meterse en el saco sobre un colchón en una litera puede ser divertido, pero yo ya he cumplido los cuarenta y que le vamos a hacer, prefiero una cama, sábanas, algo de intimidad y hacer en mi habitación lo que me da la gana y sobre todo, poder descansar para encarar la etapa de mañana en las mejores condiciones.
Por lo demás, estas dos primeras etapas, han representado un paisaje magnífico y aunque he empezado acelerado, poco a poco voy relajándome. Las muchas horas de caminata en solitario van dándome tiempo a centrarme. Sobre todo, los primeros dolores están haciendo que tome conciencia de mi, más de lo que me rodea, aunque esa conciencia de mi, sea inicialmente de la parte física de mi. Me duele todo, pero por algo se empieza.

domingo, 18 de septiembre de 2011

De St. Jean a Roncesvalles

Al día siguiente, al empezar la etapa que habría de llevarme de St. Jean Pied de Port a Roncesvalles , pues si antes no lo había indicado aprovecho ahora a decirlo, mi Camino había comenzado en St. Jean Pied de Port, ya tenía claro que mi mochila pesaba en exceso y que lo único razonable era acercarme a correos en cuanto llegara a Pamplona y empezar a enviar todas esas cosas “imprescindibles” que había traído conmigo y que ahora se habían convertido, gracias al dolor en totalmente prescindibles.
La etapa, como todas, empieza siempre rápidamente, los primeros kilómetros se hacen siempre a muy buen ritmo y parece que “hoy va a ser fácil”, claro, va a ser fácil hasta que se llega a la mitad de la etapa y uno empieza a fijarse constantemente en cuanto lleva caminado y cuanto le queda por caminar y los kilómetros ya no se miden en kilómetros si no en cientos de metros, pues los kilómetros duran mucho más de mil metros.
Ahora ya voy caminando en un grupo que se ha ido formando en el Camino, grupo de lo más heterogéneo, pues los hay de todos los países, irlandés, italianos, coreanos, hombre y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes.
Roncesvalles
La verdad es que casi todos padecemos los mismos defectos y nuestras mochilas son excesivamente grandes y pesadas. Eso sí, no nos falta de nada, es más, seguro que si pido una plancha para mi ropa, alguno la saca de su mochila.
Nuestro compañero irlandés, que por cierto es del tamaño de un armario ropero se lleva el primer premio. Su mochila, que está llena de bolsillitos es auténticamente de manual. Todo perfectamente ordenado en bolsitas de plástico y cajitas donde lleva de todo, incluido un botiquín que por la cantidad de material puede servir de quirófano improvisado. Es más por no faltarle no le faltan ni unas estupendas ampollas que por causa del excesivo peso le impiden caminar y el último tramo hasta Pamplona se convierte en un imposible. El peso del enorme botiquín para curar cualquier ampolla, le ha causado unas ampollas que con todo el material de su botiquín ahora no puede curar.
Pero si de premios hablamos, nuestra compañera coreana no puede quedar fuera del pódium. Se ha lanzado al Camino sin la más mínima información sobre el mismo y por supuesto, sin ningún tipo de equipo para realizarlo. Ni una mochila en condiciones, ni ropa de abrigo, ni un chubasquero, nada de nada. Eso sí, su bolso lo lleva cruzado en el pecho y por el volumen debe contener en su interior todo lo que el irlandés lleva en su espalda. Eso sí, le vamos prestando ropa, que para eso llevamos los demás de sobra y la vamos transformando en un icono de la anti moda, cada prenda de un tamaño y color. Pero bueno, es coreana y no se queja de nada, todo lo agradece y siempre sonríe. No sabe a qué porque no entiende una sola palabra de lo que hablamos pero sonríe.

viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Con cuántos kilos en la mochila se es peregrino?

Hay una pequeña disputa, que no se habla abiertamente, pero sí que se puede apreciar en diversos foros o en las redes sociales, entre aquellos que consideran que son peregrinos los que van cargados con sus mochilas, distinguiendo de aquellos que utilizan organizaciones o empresas que le facilitan alojamiento y transporte de mochilas.
La realidad es que es una discusión vacua pues la misma no soporta un mínimo análisis realista.
Querer compararnos hoy en día, con el peregrino medieval o de cualquier otra época histórica, es además de absurdo muy poco realista. Pensar que se es más peregrino porque se transportan más kilos en la mochila y con ello intentar equipararnos al peregrino histórico, sin entrar en comparar, las botas de goretex que portamos, con las sandalias medievales, nuestras mochilas llenas de equipo, con el pequeño zurrón que se portaba, nuestros fantásticos abrigos recubiertos con membrana impermeable, con la única túnica de grueso y áspero paño, nuestros magníficos sacos de dormir, los albergues con sus literas y colchones, con dormir al raso o donde les dieran cobijo, parece que no tiene mucho sentido.
Por no hablar o pensar en los medios que nos proporcionan albergues, hostales o cualquier otro tipo de alojamientos en cuanto al lavado de ropa ¿O es que alguien se plantea estar con la misma ropa puesta durante todo el Camino?, el uso de secadoras ¿O los peregrinos que hoy se apuntan al Camino se ponen día tras día la ropa mojada durante la etapa?
Es evidente que la discusión aguanta pocos análisis, pero si entramos en el hecho histórico, aún aguanta menos.
La primera peregrinación, realizada por Alfonso II, se realizó con los mejores medios disponibles en la época o ¿alguien piensa que el rey durmió al raso? Pero aún más,  durante siglos, los peregrinos han realizado la peregrinación en función de sus posibilidades económicas y en base a tal circunstancia elegían su hospedaje ya fuera este en posadas, fondas o bajo un árbol.
Lo fundamental, lo realmente importante y transcendente, es el espíritu que guía a una persona a realizar el Camino, lo que le motiva a caminar cada día un montón de kilómetros a veces en circunstancias difíciles por el calor, la lluvia, la nieve o el frio, el espíritu que le guía, las sensaciones, el reencuentro con la naturaleza y consigo mismo y, con ello o, a través de ello, la conexión con lo transcendente.
Realizar el Camino con una de las Asociaciones de Amigos del Camino, que las hay muchas y maravillosas, que no solo se ocupan si  no que se preocupan del Camino, de forma individual, llevando la mochila a la espalda y superando cada día el reto de la etapa o, mediante una empresa que nos facilite la organización, es lo de menos. Lo importante es el Camino, nuestras experiencias en él, el aprendizaje que del mismo saquemos e intentar que nuestros valores, lo más profundo e intimo de nosotros mismos, salgan fortalecidos con la energía, el espíritu que el Camino nos aporta.
Querer reducir el Camino y la peregrinación a los kilos que llevamos en la mochila, arrogarnos la condición de jueces sobre quién es y quien no es peregrino, es convertir el mismo en una competición atlética, es querer excluir del Camino a los que por edad, condición física o por cualquier otra circunstancia deben realizar el Camino con ayuda o soporte, es olvidar el verdadero espíritu que mueve y ha movido el Camino durante siglos, la peregrinación, llegar desde cualquier punto a la Tumba del Apóstol, la búsqueda de lo interior y transcendente. Hay muchas rutas de senderismo en cualquier país del Mundo, pero  El Camino de Santiago se distingue de todos por su condición, su motivación, por su espíritu. Que todos los peregrinos sean bienvenidos al Camino.

CALENDARIO DE ETAPAS Y PUNTOS DE ENCUENTRO CON EL GRUPO EN EL CAMINO DE INVIERNO

A continuación detallamos las etapas y días en las que se realizarán las mismas en el Camino de Invierno:

1             Día 21 de Enero                Llegada a St. Jean Pied de Port                  Reunión a las 19 horas  
2             Día 22 de Enero                Etapa 1ª St. Jean Pied de Port      -             Roncesvalles
3             Día 23 de Enero                Etapa 2ª Roncesvalles                   -             Zubiri
4             Día 24 de Enero                Etapa 3ª Zubiri                              -             Pamplona
5             Día 25 de Enero                Etapa 4ª Pamplona                        -             Puente de la Reina
6             Día 26 de Enero                Etapa 5ª Puente de la Reina           -             Estella
7             Día 27 de Enero                Etapa 6ª Estella                             -             Los Arcos
8             Día 28 de Enero                Etapa 7ª Los Arcos                       -             Logroño
9             Día 29 de Enero                DÍA DE DESCANSO                   -             Logroño
10          Día 29 de Enero                Etapa 8ª Logroño                            -             Nájera
11          Día 30 de Enero                Etapa 9ª Nájera                              -             St. Domingo de Calzada
12          Día 31 de Enero                Etapa 10ª St. Domingo Calzada       -             Belorado
13          Día 1 de Febrero              Etapa 11ª Belorado                          -             San Juan de Ortega
14          Día 2 de Febrero              Etapa 12ª San Juan de Ortega          -             Burgos
15          Día 3 de Febrero              Etapa 13ª Burgos                             -             Hontanas
16          Día 4 de Febrero              Etapa 14ª Hontanas                         -             Frómista
17          Día 5 de Febrero              Etapa 15ª Frómista                          -             Carrión de los Condes
18          Día 6 de Febrero              Etapa 16ª Carrión de los Condes     -             Lédigos
19          Día 7 de Febrero              Etapa 17ª Lédigos                           -             Sahagún
20          Día 8 de Febrero              Etapa 18ª Sahagún                          -             El Burgo Ranero
21          Día 9 de Febrero              Etapa 19ª El Burgo Ranero              -             Mansilla de las Mulas
22          Día 10 de Febrero            Etapa 20ª Mansilla de las Mulas       -             León
23          Día 11 de Febrero            DÍA DE DESCANSO                     -             León     
24          Día 12 de Febrero            Etapa 21ª León                                -             Villadangos del Páramo
25          Día 13 de Febrero            Etapa 22ª Villadangosa                    -             Astorga
26          Día 14 de Febrero            Etapa 23ª Astorga                           -             Rabanal del Camino
27          Día 15 de Febrero            Etapa 24ª Rabanal                           -             Molinaseca
28          Día 16 de Febrero            Etapa 25ª Molinaseca                      -             Villafranca del Bierzo
29          Día 17 de Febrero            Etapa 26ª Villafranca                       -             O’Cebreiro
30          Día 18 de Febrero            Etapa 27ª O`Cebreiro                      -             Triacastela
31          Día 19 de Febrero            Etapa 28ª Triacastela                       -             Sarria
32          Día 20 de Febrero            Etapa 29ª Sarria                               -             Portomarín
33          Día 21 de Febrero            Etapa 30ª Portomarín                       -             Palas de Rei
34          Día 22 de Febrero            Etapa 31ª Palas de Rei                     -             Arzúa
34          Día 23 de Febrero            Etapa 32ª Arzúa                               -             Pedrouzo
35          Día 24 de Febrero            Etapa 33ª Pedrouzo                         -             Santiago
36          Día 25 de Febrero            MISA DEL PEREGRINO               -             Santiago

Nota: En algunas poblaciones de final de etapa puede ser necesario algún pequeño desplazamiento para ir al alojamiento de pernoctación, que se producirá en coche de soporte ,  al no reunir la población de fin de etapa alojamientos de calidad suficiente.

jueves, 15 de septiembre de 2011

EL CAMINO DE INVIERNO - ¡ENGANCHATE AL CAMINO¡

EL CAMINO DE INVIERNO - ¡ENGANCHATE AL CAMINO¡
Los Pirineos
Estamos preparando la salida al Camino de Santiago de invierno, desde St. Jean Pied du Port a Santiago de Compostela para que puedas realizar el trayecto entero o elegir un tramo.
La salida se realizará en St. Jean Pied du Port, el día 21 de Enero y recorreremos el Camino Francés durante treinta y tres días los cuales podrás realizar enteros o incorporarte al grupo en cualquiera de las etapas y caminar junto al grupo, contando con todos los servicios que proporciona nuestra organización.
Podrás definir tú mismo el tramo que deseas realizar y los días que vas a estar en el Camino, siempre con un mínimo de cuatro etapas (por ejemplo de St. Jean Pied de Port a Pamplona o de Logroño a Burgos…)  y durante las mismas contarás con los siguientes servicios:
·      Alojamientos en casas rurales u hoteles o similares, dentro de la máxima calidad que las posibilidades del Camino y la etapa ofrezcan, en habitación doble con baño y desayuno.
·     Cena que se compondrá de un menú (primer plato, segundo plato, postre y agua, vino o refresco). Se encuentra excluida la cena en Santiago de Compostela que se realizará por libre.
Molinaseca
·  Transporte de equipajes entre las etapas. No caminarás con peso.
·     Coche de soporte permanentemente a disposición de los peregrinos que por lesión o simplemente por cansancio deseen ser trasladados al lugar de pernoctación.
·     Guia acompañante que caminará junto al grupo en las etapas para guiar, solucionar cualquier incidencia que se produzca en el Camino y prestar apoyo a aquella persona que lo necesite.
·         Seguro de viaje y accidentes
·         Reportaje fotográfico
El Camino de Santiago en invierno representa lo más profundo de la peregrinación, lo más intimo de la misma, dejando de lado el bullicio del verano. La paz, la serenidad es la compañera en el viaje y al mismo tiempo la confraternización con el grupo se hace más intensa.
Descubrir los maravillosos paisajes de la ruta, la ausencia de prisa, convierten la experiencia en algo único.
Dada la limitación de plazas es conveniente reservar cuanto antes plaza. Si deseas más información, envía el cuestionario de “contacto” que se encuentra en nuestra página web: www.viajesgutzu.com y te informaremos con detalle, también podrás ver con detalle en nuestra web,  las etapas que conforman el Camino Francés.
No te pierdas esta experiencia única.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿Cómo elegir la empresa con la que hacer el Camino de Santiago?



Dentro de las empresas que ofertan viajes organizados al Camino de Santiago, no todas ofrecen los mismos servicios, aunque al ver las ofertas pudiera parecer que sí.
Lo primero que hay que tener en cuenta son los días que ofertan para la realización del Camino elegido. No es lo mismo realizar los últimos 100 kilómetros en cuatro días o en cinco, no es lo mismo empezar en Sarria que ya en el mojón que marca los últimos 100 kilómetros. Evidentemente un día más subirá un poco el precio de la oferta, pues será una noche más de hotel, una cena más, etc, pero nos aseguraremos un Camino con la realización de las etapas completas, con el tiempo necesario para su realización y no a la carrera como si de una competición de atletismo se tratara.
Lo segundo es la disponibilidad del coche de soporte o apoyo. El mismo debería estar durante toda la realización de la etapa y permanentemente a disposición de los peregrinos. Algunas empresas están contratando los servicios de taxis o coches que no están acompañando a los peregrinos mientras estos realizan la etapa. En caso de necesidad se ha de llamar por teléfono, indicar la posición en la que uno se encuentra y esperar a que el vehículo contratado aparezca para poder solucionar el problema. El peregrino debe asegurarse que el vehículo de apoyo, está durante toda la realización de la etapa, exclusivamente dedicado al grupo y siempre a su disposición.
El tercer punto es el traslado de equipajes. El peregrino debe poder llevar el equipaje que considere necesario. Una cosa es “aconsejar” sobre el peso o lo necesario para el Camino y otra muy diferente limitar que equipaje es el que se lleva. El traslado de equipajes entre las etapas tiene que estar incluido y debe realizarse desde el alojamiento de pernoctación al alojamiento en el que se pernoctará al finalizar la etapa.
Un punto fundamental es contar con un seguro de viaje. Todo peregrino debe contar con uno que debe estar incluido en el precio de la oferta. Gracias a Dios, el uso del mismo es mínimo dado que el Camino no representa un riesgo en ningún caso, pero se debe contar con él para cubrir posibles incidencias, lesiones o accidentes.
El Guía de Ruta o Guía Acompañante es otro de los puntos esenciales por varios motivos. El primero es el de la seguridad. Cuando un peregrino tiene un problema en la ruta, ya sea por lesión, cansancio o de cualquier otro tipo, lo que precisa es de alguien que se haga cargo de la situación y promueva la solución en el punto en el que el peregrino se encuentra, no que el peregrino tenga que estar llamando por teléfono a un “guía en la distancia” que posteriormente se traslade a buscar al peregrino que tiene la necesidad de él.
El segundo motivo, pero no menos importante, el acompañar y aconsejar a los peregrinos. No todos los peregrinos tienen la misma preparación y resulta fundamental el contar con un guía experto que debe apoyar, acompañar, etc, sobre todo a aquellos que más precisan de su apoyo, ya sea  por su condición física, edad o simplemente por cansancio. No todos los peregrinos de un grupo tienen la misma condición o preparación.
Adicionalmente, el Guía de Ruta, ha de ir facilitando la información sobre el Camino, monumentos, lugares de interés, explicaciones históricas y de arte y por supuesto, servir de integrador para el grupo.
La presencia del Guía será permanente, pernoctando con el grupo y por tanto dando asistencia durante las 24 horas en las etapas del Camino. El peregrino siempre debe contar con alguien a quien dirigirse en caso de alguna incidencia o problema.
Esto sumado al guía de apoyo que con el vehículo de soporte va a estar permanentemente en la etapa, supone contar con dos personas siempre a disposición del grupo.
En cuanto a los alojamientos, estaríamos hablando de una parte fundamental para que El Camino contratado se convierta en un éxito o en un fracaso.
Sin querer menoscabar ni en ningún caso menospreciar ningún alojamiento, hay que tener muy claro que es lo que estamos contratando. No es lo mismo que nos ofrezcan pensiones y hostales, que una oferta basada en Casas Rurales, Pazos y hoteles. Las características, prestaciones no son las mismas. Realizar un Camino contando con alojarse en una de las maravillosas casas rurales que lo pueblan, en uno de sus pazos llenos de encanto o en un hotel confortable y bien equipado, nunca puede compararse con un hostal o pensión, por mucho que nos quieran vender la calidad de los mismos. Evidentemente hay que ver la diferencia de precios y que la misma nos compense, aunque en la realidad, dentro de las ofertas que hay en el mercado no hay gran diferencia de precios aunque sí de oferta. Lo mejor es asegurarse del tipo de alojamiento ofrecido, incluso saber el nombre del alojamiento y poder consultar el mismo.
Por supuesto, las cenas y los desayunos deben estar incluidos en el precio ofertado. Solo las comidas, que por circunstancias de la ruta se realizan en el Camino deben estar excluidas, teniendo en cuenta que hay numerosos bares y restaurantes durante la etapa donde comprar un bocadillo o pedir un menú, aunque en general no es conveniente realizar paradas excesivamente largas durante la realización de la etapa y con un bocadillo será suficiente (si se ha desayunado correctamente) para concluir la etapa.
Por último, señalar que el Camino no debe tener un coste “adicional”. Una vez que se ha realizado el pago  a la empresa que va a llevar el grupo, el gasto del peregrino no debe pasar del bocadillo de la comida y la cerveza o refresco que tome. Lo demás debe estar todo incluido.
Siempre podemos asegurarnos de lo que ofrece la empresa tanto solicitando la información detallada a la misma, como viendo los comentarios que los peregrinos van dejando en las páginas de facebook o cualquier otra red social, incluso poniéndonos en contacto con ellos, que siempre nos darán una información fiable y nos ayudarán al darnos la información de su propia experiencia.
Elegir correctamente, entre las empresas que brindan estos servicios,  será el primer paso para que nuestro Camino sea un éxito y una experiencia inolvidable

Una mujer suiza de 84 años se enfrenta sola a 765 kilómetros de la Ruta

La etapa que hoy termina Anne Marie Sulmoni, una mujer suiza de ochenta y cuatro años, la llevará hasta la localidad lucense de Sarria, con Compostela ya convertida en un objetivo cercano. No lo era cuando empezó su Camino, en San Jean Pied de Port, a 765 kilómetros de la Catedral compostelana. Y además Anne Marie camina sola, una circunstancia que, sumada a su edad, hace que sus familiares estuviesen, de entrada, preocupados, y ahora sigan desde Suiza cada uno de los pasos de su camino. Uno de ellos explicaba ayer a este periódico que Anne Marie llegará a Compostela, si todo sigue según lo previsto, el sábado, completando una peregrinación que, por la edad de su protagonista entra en la categoría de excepcional. Y más todavía si tenemos en cuenta que Anne Marie no habla ni inglés ni español, aun consigue hacerse entender hablando en francés y, algo, en italiano.
Los familiares de esta octogenaria peregrina destacan que "siempre le gustó mucho caminar", y sin duda está en forma. Fue el reciente fallecimiento de su esposo lo que la decidió a iniciar una peregrinación que empezó hace prácticamente un mes, a principios del mes de agosto. Su gesta ha aparecido ya en varios medios de comunicación suizos, que se han hecho eco de algunas de sus etapas.
Como la propia Anne M­arie ha confesado a periódicos como 24 heures, tras algún pequeño problema en una pierna y alguna jornada complicada, antes de llegar a Carrión de los Condes, caminando en solitario "durante siete horas" y sin encontrar "ni un árbol para dar sombra" ni un lugar para sentarse, ahora cuenta con el respaldo de un grupo organizado de peregrinos que transporta su mochila de albergue en albergue en su vehículo de apoyo. "Era demasiado pesada", reconoce la peregrina que así puede "caminar más ligera".
La peregrina también reconoce que se encuentra con gente que ya ha oído hablar de ella y de la gesta que está protagonizando para llegar a la capital gallega. La filosofía con la que afronta cada etapa la resume en una frase: "Yo no pienso en nada, solo camino". Hasta ahora le ha permitido recorrer una cantidad ingente de kilómetros, cruzando todo el norte de España en pleno mes de agosto. El sábado alcanzará su meta en Compostela, que sin duda tendrá el sabor de los grandes retos cumplidos.
acalvo@elcorreogallego.es

viernes, 2 de septiembre de 2011

Diario de un peregrino

Caminar está bien, hacerlo en el Camino de Santiago aún está mejor, sobre todo si el mismo se realiza sobre las dos piernas.
Mi historia, que seguro es la de tantos otros. Comienza con una mochila mal planificada, eso sí, ajustándome lo máximo posible a las indicaciones de la guía que para tal fin había comprado.
La primera estupidez, cargar con la guía en la mochila con sus doscientos gramos de peso y así con cada una de las cosas estúpidas que fui metiendo en ella con el pretexto famoso de “por si acaso”.
St. Jean Pied de Port
Al final más kilos de los necesarios en la espalda y ahí empezaron los problemas, bueno ahí y en hacer lo que casi todo el mundo hace, pensar que la primera etapa es la última, que esto es una carrera y que cuanto antes se llegue al final de la misma, mejor.  Así que con todos mis kilos a la espalda, empecé la etapa como alma que lleva el diablo.
Al terminar el día, el dolor en pies y piernas ya podía considerarse como notable, sobre todo en los últimos cinco kilómetros, que no estoy seguro no fueran cincuenta porque no se terminaban jamás.
Justo fue en esos cinco últimos kilómetros cuando empecé a hacer un repaso por si podía haber algo en la mochila que sobrara, pero no, aún no estaba lo suficientemente machacado para renunciar a ninguna de mis camisetas, mudas, pantalones, linterna, zapatos de recambio, chándal y cosas varias que había traído. No, para eso había que esperar. Bueno, la espera duró poco. A la mañana siguiente al ir a levantarme de la litera, donde había pasado la noche en compañía de todo un regimiento de roncadores, gente que no para de moverse, personas que cuando hacen la mochila a las cinco de la madrugada siempre tienen que tener una bolsa de plástico para meter un ruido infernal, me encontré que al contrario que Rambo yo si sentía las piernas, más aún, las sentía en cada uno de los músculos que las componen. Dios, que dolor, estaban acartonadas. Más si hubiera sido solo eso, no habría sido para tanto. Lo malo es que a las piernas se sumaban los pies, con dos estupendas ampollas, una en cada pie para que no tengan envidia uno del otro y la espalda que para terminar de ponerme recto tuve que hacer un gesto como de “me estiro pero con cuidado, no vaya a romperse algo”.
Bueno, esto es el Camino, pensé ingenuo de mí y nuevamente salí a una nueva etapa. Los bríos que tuve el primer día ya habían desaparecido y con ellos la velocidad al caminar. Había pasado de ser un fórmula 1 a un carro de bueyes, allí me pasaba todo el mundo, normal, si más que caminar me estaba arrastrando.
Decía al principio que caminar está bien y en el Camino de Santiago aún mejor si se hace sobre las dos piernas y lo digo porque a raíz de tener las primeras ampollas, empecé a pisar mal intentando evitar apoyar el pie en el suelo justo donde coincidía con la ampolla, una nueva mala decisión. Al ir apoyando mal el pie, empecé a sentir un fuerte dolor en las tibias, la tendinitis, si es que ya no me falta nada.
Envidia, si envidia fue lo que tuve al ver que me pasaban los grupos con sus mochilitas súper reducidas mientras que un coche de apoyo les transportaba el equipaje y “encima iban limpios” y seguramente habrían dormido. Pero no, yo no, yo había decidido que Mi Camino era otro, el mío era el de llevar mi propio peso y sufrir. Coño que si sufrí y lo que quedaba por venir.