Hoy el buen ánimo es muy evidente dentro del grupo, al haber superado durante el día de ayer la etapa más larga de nuestro camino.
Como cada noche, gozar de un buen alojamiento ha sido un placer, aderezado por la presencia de Carmen que regenta el mismo con un carácter siempre alegre y enérgico. Por su insistencia, llevamos la mochila cargada de fruta recién cogida de la granja.
Hoy la etapa es una de las más bonitas, atravesando paisajes plagados de eucaliptus y además el camino carece totalmente de complicaciones.
Los pequeños núcleos urbanos son cada vez más numerosos, lógico si tenemos en cuenta lo próximos que estamos de Santiago.
Iniciamos la etapa atravesando Arzúa, que al igual que nos ocurrió en Palas de Rei tiene poco que visitar. Sus calles modernas cada vez se pueblan más de grandes edificios.
El camino siempre transcurre paralelo a la carretera, que tendremos que cruzar en algunas ocasiones durante la etapa, pero eso será en el último tramo de la misma.
El camino a través de los bosques de eucaliptus es una delicia y el firme hoy es como una moqueta y muy lejano de las irregularidades que hemos tenido que pasar los días anteriores.
La primera población donde podremos detenernos a tomar un café es Calzada, aunque seguimos avanzando hasta la población de Calle, que nos recibe con sus hórreos.
A partir de Brea el camino va muy próximo a la carretera y en algunos casos se circula por un andadero paralelo a la misma por lo que hay que tener suficiente precaución en este tramo, que por otra parte nos ofrecerá un buen puñado de bares y restaurantes donde, si hace buen tiempo podremos descansar en sus terrazas.
El Camino nos conduce ahora hacia Santa Irene, población que antiguamente atravesaba el Camino, aunque ahora continua recto hasta el albergue que ocupa lo que fue el ayuntamiento.
Fuente de Santa Irene |
Si nos desviamos hacia Santa Irene podremos beber en su fuente y apreciar su capilla, aunque la mayor parte de los peregrinos toman la ruta del albergue para encaminarse a la población de A Rua donde se encuentra un punto de información del Camino.
La población de A Rua, se encuentra a tres kilómetros del final de nuestra etapa, Pedrouzo, tres kilómetros casi llanos, si exceptuamos la propia entrada en la población de Pedrouzo a la cual accedemos por una calle atravesada por la carretera y que nos llevará hasta el centro de la población.
Aunque nosotros terminamos la etapa aquí, esta noche nos alojaremos en un pazo gallego que con sus edificios, jardines y capilla no nos dejará indiferentes.
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