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1. | Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que el camino te abre los ojos a lo que no se ve. |
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2. | Bienaventurado eres, peregrino, si lo que más te preocupa no es llegar, sino llegar con los otros. |
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3. | Bienaventurado eres, peregrino, cuando contemplas el camino y lo descubres lleno de nombres y de amaneceres. |
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4. | Bienaventurado eres, peregrino, porque has descubierto que el auténtico camino comienza cuando se acaba. |
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5. | Bienaventurado eres, peregrino, si tu mochila se va vaciando de cosas y tu corazón no sabe dónde colgar tantas emociones. |
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6. | Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que un paso atrás para ayudar a otro vale más que cien hacia delante sin mirar a tu lado. |
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7. | Bienaventurado eres, peregrino, cuando te faltan palabras para agradecer todo lo que te sorprende en cada recodo del camino. |
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8. | Bienaventurado eres, peregrino, si buscas la verdad y haces de tu camino una vida y de tu vida un camino, en busca de quien es el Camino, la Verdad y la Vida. |
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9. | Bienaventurado eres, peregrino, si en el camino te encuentras contigo mismo y te regalas un tiempo sin prisas para no descuidar la imagen de tu corazón. |
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10. | Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que el camino tiene mucho de silencio; y el silencio, de oración; y la oración, de encuentro con el Padre que te espera. |
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