La etapa que hoy nos lleva desde
Colmenar Viejo a Manzanares el Real, se olvida por completo del asfalto, para
introducirnos en un camino que utilizando las cañadas, poco a poco nos va a
cercando a la montaña.
La etapa que se prolonga sobre
los quince kilómetros, nos va entrenando para la gran etapa que nos llevará
desde Cercedilla a Segovia y, va preparando nuestros músculos, dado que no
estamos en una etapa llana, que poco a poco va exigiendo nuestro esfuerzo.
La salida de Colmenar, se hace un
tanto larga, dado que la población ya tiene una dimensión considerable y
atravesar sus urbanizaciones nos llevará un buen rato, aunque el paseo es
agradable y tranquilo.
Pronto nos veremos en el campo,
siguiendo un camino que salpicado de encinas nos irá conduciendo bordeando las
fincas ganaderas, hoy algunas todavía en explotación para reses bravas. El
Camino es enormemente relajante, con la vista que nos lleva a la montaña que se
alza frente a nosotros y que en este momento, empieza a tener sus primeras
nieves en su cima.
Es recomendable llevar agua y
algo de comer para esta etapa, pues aunque es corta, no encontraremos ningún
sitio donde poder comprar y solo una fuente en toda la etapa y aunque como he
mencionado la etapa no es muy exigente, si notaremos el esfuerzo al finalizar
la misma y si no llevamos nada, se nos puede hacer bastante larga.
Poco a poco vamos notando en las
piernas que de forma casi imperceptible, estamos ascendiendo y siempre por las
cañadas nos acercamos a Manzanares el Real, que veremos frente a nosotros y al
cual accederemos tras una suave bajada.
Si en toda la etapa no hemos
visto una sola edificación, ni civil, ni religiosa, ahora podremos visitar el
Castillo de Manzanares, que se alza majestuoso, según nos vamos acercando por
el Camino, aunque para entrar en la población, deberemos abandonar el Camino a
la altura del puente del “Puente Viejo” y girar a la derecha. Cerca del
Castillo, en la plaza encontraremos el ayuntamiento donde podemos obtener el
sello para nuestra credencial.
